El Desacople Económico en
LatAm en 2012
¿Coyuntura o
Tendencia?
¿Coyuntura o Tendencia?
La teoría del desacople es uno de los conceptos más utilizados en el siglo XXI para referirse a la dinámica que adoptan las economías mundiales respecto a patrones de comportamiento que prevalecieron en el siglo XX. La idea es avanzar un poco más en el análisis y examinar lo que está sucediendo en Latinoamérica
por Diego M. Burzaco
Los paradigmas económicos globales mutan
permanentemente. No existen verdades reveladas ni supuestos inalterables. La
economía es dinámica y eso es innegable.por Diego M. Burzaco
Bajo este escenario, se comenzó a gestar con fuerza la
"teoría del desacople" a comienzos del siglo XXI. Este concepto
implica poner en el foco del debate el hecho de si las economías periféricas
son capaces de crecer independientemente de lo que sucede en el centro.
El estallido económico en el corazón del sistema
capitalista en el año 2007 reforzó esta corriente de pensamiento. La explosión
de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos fue quizás un punto de inflexión
en la historia económica moderna.
Antaño, la regla general era la gestación de crisis de
una magnitud inconmensurable en los países emergentes, y su principal efecto
negativo se hacía sentir en economías semejantes, con escaso o nulo impacto
sobre las desarrolladas.
Esto cambió. Desde 2007 a la fecha no hacemos otra
cosa que ser testigos de crisis recurrentes en aquellas naciones que hasta hace
pocos años eran el ejemplo a seguir por la mesura en las políticas económicas
aplicadas y el alto bienestar de vida de sus habitantes.
El gran contrasentido de estos tiempos es que los
países desarrollados luchan por deshacerse de las cadenas de la recesión
económica, mientras que las emergentes han sufrido relativamente poco impacto
por las crisis del centro y han podido crecer más rápidamente en los últimos
años.
El gran interrogante es saber si este proceso es
coyuntural o una tendencia de largo plazo. El consenso actual parece inclinar
la balanza hacia este último caso. El siguiente gráfico, de un informe de
perspectivas globales elaborado por el equipo de investigación del Deutsche
Bank, es revelador al respecto:
Mientras que las economías desarrolladas explicaban
60% del PBI global en 1950, su participación actual se reduce hoy a 49% y se
proyecta para 2025 una merma mayor, hasta 35%. La contracara es el incremento
de la importancia relativa de las naciones emergentes en el nuevo orden
económico global.
Las cartas para este nuevo rebalanceo de poder parecen
estar echadas. El tiempo dictaminará...
Poniendo la lupa dentro de Latinoamérica
El análisis de la teoría del desacople explicada
anteriormente, y que abarca a todo el mundo, puede tener un paralelismo para el
estudio de lo que ha ocurrido durante 2012 en Latinoamérica.
El impacto de la crisis en la Unión Europea ha sido
desigual entre las distintas economías integrantes del hemisferio
latinoamericano, lo que sugiere preguntarnos si estamos en presencia del punto
de partida del propio "desacople latino".
Naciones que han liderado el proceso de crecimiento en
la región durante los últimos cinco años parecen estar quedando relegadas a
manos de los "nuevos tigres latinoamericanos".
Por un lado, Brasil se encamina a cerrar 2012 con un
magro crecimiento de 1% del PBI, muy lejos del 4,5% proyectado inicialmente por
las autoridades oficiales. En la misma línea, la Argentina mostrará un tímido
crecimiento de apenas 2%, cuando en 2011 la economía se había expandido 8,9%.
Los Gobiernos de estos países acusan a los efectos
externos como las principales causas de este estancamiento, pero la comparación
con otros países de la región deja al descubierto este "chivo
expiatorio".
Si bien la desaceleración es un denominador común
entre todas las economías latinas, Perú y Chile registraron tasas de
crecimiento interanual de 6,5% y 5,7% respectivamente, en el tercer trimestre
del año. Por su parte, Colombia se expandió a un ritmo de 4,9% y México 4,2%.
Los modelos de crecimiento brasileño y argentino
padecen grandes contradicciones internas y les pueden jugar una mala pasada de
cara a los próximos años.
¿Qué nos dicen los mercados al respecto?
Un buen pronosticador de cómo los inversores se
posicionan sobre este nuevo escenario y cuáles son las expectativas para el
futuro son los mercados bursátiles de cada uno de los países en cuestión:
A medida que las cifras de crecimiento económico de
Brasil y Argentina defraudaban a los analistas e inversores, las Bolsas de
estos países fueron alejándose de los máximos alcanzados a inicios de 2012. El
índice Merval se ubica a 21,5% del pico del año, mientras que el Bovespa
brasileño está a 19,6% de ese nivel.
En cambio, a excepción de la Bolsa peruana -que cotiza
con ratios insólitamente elevados, como lo muestra su relación Precio/Ganancia
(en inglés, P/E)-, las Bolsas de Chile, México y Colombia se encuentran a menos
de 10% de los máximos anuales.
Cuando evaluamos los múltiplos respectivos, el mercado
bursátil argentino muestra el menor ratio P/E y la mayor tasa de rendimiento de
los dividendos de las empresas componentes, lo que sugiere una excesiva
subvaluación de las acciones. Siguiendo la misma línea de análisis, la
siguiente Bolsa "más barata" es la brasileña, con un P/E de tan sólo
13,7 veces.
¿Acaso esto sugiere que los precios actuales de los
papeles brasileños y argentinos ya tienen descontado el peor escenario para el
2013, respecto de sus pares de la región? ¿Estaremos ante una oportunidad de
compra en estos mercados?
A estar atentos a cualquier señal positiva en este
sentido, porque seguramente podría ser un gran negocio para el inversor que
tenga los sentidos más alertas.
Fuente: Inversor Global
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